Manual de bienvenida
- rabadieh
- 5 jul
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Actualizado: 5 jul
Si tienes preguntas. Ahórratelas. Serán contestadas al ritmo de un orden que va más allá de tu compresión. Lo único que tienes que hacer, por ahora, es entregarte al momento presente. Este mundo tiene leyes simples y contundentes. El sentir que alimentes se convertirá en pensamiento. Y todo lo que pienses resonará. Si alimentas ira, la ira se convertirá en canto. Si alimentas alegría, la alegría se convertirá en canto. Si alimentas tranquilidad, la tranquilidad se convertirá en canto. Todo canto terminará materializándose. Elige con inteligencia aquello a lo que prestas atención, ¿qué estás cantando en este momento? Siempre es EN ESTE MOMENTO. Entrena tu capacidad de auto observación. La fuerza que ganes en este espacio no te pertenece. Le pertenece a los seres que habitan este espacio. A los nictés, a los chechenes, a los chakás, a los tucanes, a los cenotes, a los vientos, al fuego, a los sapos, venados y serpientes. Nútrete de esta fuerza con bondad y paciencia o terminará aplastándote. Medita. Retrocede. Ten la voluntad de dar. Imita la abundancia que te rodea y DA. Sin esperar nada a cambio. Sin condiciones. Sin ofrendarte. Sin sacrificarte. Sin humillarte. Da con honor, dignidad y desde el corazón: da todo lo que crees poder y luego un poco más. Recuerda respirar. Recuerda que eres capaz de nutrirte de la fuerza del espacio. Recuerda que este es un lugar que se está recordando y creando a sí mismo. Que lleva millones de años aprendiendo a base de prueba y error, con una experimentación matemática, casi perfecta. Con espíritu paciente y tranquilo la creación viaja a la velocidad de la luz. Sé luz. Obsérvala e imítala. No tengas miedo a equivocarte. La única equivocación es no intentarlo. Imita el espacio. Imita al agua. Imita a los árboles. Cae como caen las ramas. Levántate. Sé raíz. Aprende. No te guardes nada. Avanza. Siempre avanza. Siempre en movimiento. Siempre serpiente. No planees. Improvisa con astucia ante aquello que no puedes anticipar. Recuerda que solo tienes este momento. El presente es un regalo. Da las gracias. Cuando todo esto te rebase y tu cuerpo se canse y el colapso sea inevitable, llora y vuelve a dar las gracias.
Y vuelve a empezar.
La puerta siempre está abierta. Para ir y regresar. Tu voluntad te trajo aquí. Será ella la que te haga irte, la que te haga regresar. La puerta siempre está abierta. Que tu voluntad sea una invocación al amor. Que tu voluntad te coloque siempre en el lugar donde tienes que estar.
Bienvenida al mundo que eres capaz de imaginar. Bienvenida al mundo que tienes la voluntad de pensar. Bienvenida al mundo que tienes la fuerza de crear. Bienvenida al mundo que tienes la paciencia de sostener. Bienvenida al mundo que tienes el coraje de entregar.

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